DIRTY WHITE SHOES TREND

Unas Nike Air Max en color blanco fueron el primer par de tennis (zapatillas en España) que pude comprarme con los ahorros precarios al que un niño de 8 años podía aspirar en los 90. Después del sentimiento de gratificación personal y tras una semana intensa de uso vi como el blanco puro se tornaba marrón y al volver a casa mi madre se llevaba las manos a la cabeza… Sí, ensuciar el calzado blanco siempre estuvo prohibido… hasta ahora./ A pair of white Nike Air Max was the first pair of sneakers that I was able to buy with the precarious savings that an 8 year old kid could aspire to in the 90s. After the feeling of personal gratification and after an intense week of use I saw how the pure white turned into brown and when I came back home my mother covered her face with her hands… Yes, dirty your white shoes was always prohibited… until now.

Casi 20 años después y cuando por fin pensé que había encontrado el truco para el mantenimiento de las zapatillas blancas, las reglas del juego se modifican poniendo bajo los reflectores la última obsesión de la moda: las zapatillas sucias, sí, sucias, pre-ensuciadas./ Almost 20 years later, and when I finally though that I had found the trick to keep my sneakers clean, the rules of the game are modified by putting the last obsession of fashion under the spotlight: dirty shoes, yes, dirty, dirty on purpose.

No es la primera vez en la que somos testigos de como la moda glorifica lo dañado o deteriorado: desde la adopción de los jeans con agujeros (aunque en casa de la tía conservadora no sea bien visto) hasta jerseys remendados a los que se les ha catalogado como homeless chic (vagabundo chic)./ It is not the first time we witness how fashion glorifies deteriorated: from the adoption of ripped jeans (even if your conservative aunt doesn’t approve) to patched jerseys cataloged as homeless chic.

Gucci, Balenciaga, Superga, Golden Goose y Vetements en colaboración con Reebok ya han presentado colecciones con zapatos ensuciados a propósito, volviendo a demostrar que el lujo es un concepto tan elástico que todos (consciente e inconscientemente) hemos ayudado a construir y a transformar. Y es que las decisiones de la moda no son del todo frívolas ni aleatorias: el trasfondo de las zapatillas sucias pudo haber encontrado su inspiración en las rebeliones juveniles de los 70 (con el punk desafiante de Sex Pistols) o a finales de los 80 con las Converse rotas de los integrantes de Nirvana. Ahora dicha rebeldía puede ser tuya por unos 500 € o poco más, dependiendo tu grado de desobediencia./ Gucci, Balenciaga, Superga, Golden Goose and Vetements in collaboration with Reebok have already presented collections with dirty shoes on purpose, proving once again that luxury is such an elastic concept that everyone (consciously or not) has helped to build and transform. And the fashion decisions are not entirely frivolous or random: the background of dirty shoes could have found its inspiration in the youth rebellions of the 70s (with the defiant punk by Sex Pistols) or at the end of the 80s with the worn shoes used by the members of Nirvana. Now this rebellion can be yours for about 500 € or a little more, depending on your degree of disobedience.

¿Es acaso esta tendencia una manera de ayudarnos a avanzar un poco más a la aceptación de las imperfecciones? Yo por lo pronto prefiero mis Adidas blancas, que así son un poco más baratas y de todas maneras conseguiré poner en tendencia cuando las ensucie y sin pagar demasiado./ Is this trend a way of helping us to advance a little more to the acceptance of imperfections? For now I still prefer my Adidas in a cleaner conditions, which are a little cheaper and anyway I’ll end up messing them, so sooner or later I’ll get into the trend without paying that much.

Photos via Vogue / Edits by Hey Fungi